Los medicamentos
opioides tienen la finalidad de aliviar el dolor. Funcionan reduciendo la intensidad de las
señales de dolor que llegan al cerebro y afectan las áreas del cerebro que
controlan las emociones, las cuales reducen los efectos del dolor.
Los
medicamentos incluidos en esta categoría son Hidrocodona (Vicodín), Oxicodona
(OxyContin, Percocet), Morfina (Kadian, Avinza), Codeína y medicamentos
relacionados.
Recientes
estudios demuestran que la hidrocodona es más fuerte que la codeína y 10% más
fuerte que la morfina.
La
hidrocodona puede formar hábitos de codependencia física y psicológica. La adición
a este tipo de medicamentos, varia de acuerda a cada individuo. Sin embargo, se
ha notado un incremento considerable en la venta, producción y el uso ilícito
de dichos medicamentos.
Efectos
secundarios: Algunos efectos comunes son euforia, estreñimiento, fatiga,
mareos, nausea, vómitos, boca seca, ansiedad, picazón y sudoración.
Cuando el
paciente ingiere una dosis mayor a la prescrita (sobredosis) o tiene intolerancia
hacia uno de estos medicamentos, los opioides pueden causar dificultad al
respirar y hasta la muerte.
Estos
medicamentos son derivados del opio (de ahí el termino opioide), por lo que
crean adicción.
Fentanyl,
uno de los medicamentos para el dolor más fuertes en el mercado, está causando
más muertes que la heroína en la costa este del país. Este medicamento es 50 veces más fuerte que
la heroína y 100 veces más potente que la morfina. A pesar de que este medicamento se viene
usando desde los años 60 para tratar dolores extremos, en años recientes este
medicamento está siendo producido en laboratorios clandestinos de México e
introducido a los Estados Unidos de manera ilegal.
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